"Nadie, en su sano juicio, guardaría en su oficina o en su casa sustancias tan peligrosas para la salud y el ambiente como el mercurio, plomo, bromo, selenio o cadmio. Todos ellos metales pesados, con características tóxicas, mutagénicas y cancerígenas, que están presentes en los aparatos electrónicos, puros o en aleaciones complejas. Mientras estén contenidos dentro de los monitores, computadoras, televisores o demás electrodomésticos, no hay riesgo para la salud. Pero cuando se rompen o deterioran, apilados en depósitos o garages, y reaccionan con el agua o la atmósfera,...
Eso mismo se da en gran escala, cuando decenas de miles de equipos son enterrados y compactados en basurales o rellenos sanitarios, liberando tóxicos que contaminan todo a su paso", destaca Gustavo Protomastro, director de EcoGestionar, una consultora que asesora sobre cómo disponer los residuos electrónicos, y de Escrap, una empresa argentina que recoge y recicla este tipo de desechos. Mientras el celular, el monitor, el televisor están en su carcaza, no generan riesgos de contaminación. Pero cuando se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos metales tóxicos se desprenden y pueden resultar mortales. Por ejemplo, un monitor enterrado en el CEAMSE implica alrededor de un kilo de plomo que pasa de la tierra a las napas y contamina el agua. Al beberla, un chico puede sufrir el "síndrome del niño azul" cuando el plomo entra en su sangre y comienza a competir con los glóbulos rojos por el oxígeno del cuerpo. Los desechos de productos electrónicos componen el grupo de desperdicios de mayor crecimiento el mundo y la Argentina no es una excepción. De hecho se calcula que cerca del 75 por ciento de los aparatos electrónicos viejos se encuentra almacenado, en parte, debido a que no sabemos qué hacer con ellos.
En el país los equipos en desuso alcanzaron, en 2006, las 50.000 toneladas.
Para este año, se estima que la cifra de chatarra electrónica llegará a las 100.000 toneladas: 2,5 kilos por habitante por año. A estos Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) se los conoce informalmente como e-scrap. Hasta ahora, cuando un aparato llegaba al final de su "vida útil" o era “asesinado” por un nuevo modelo, podíamos decidir entre arreglarlo o dejarlo ocupando lugar en la casa. Hoy, tenemos otras alternativas menos contaminantes ya que muchos componentes de los equipos pueden reciclarse. “Un monitor tiene 120 sustancias diferentes entre metales base y aleaciones. Sólo el 2% son residuos peligrosos, el 98% de la pantalla se puede reciclar”, señala Protomastro, biólogo de la UBA con un master en Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Que podemos hacer
-Algunos celulares usados pueden ser remanufacturados y vendidos; o desmontados, triturados y reciclados para obtener cobre, níquel, oro, paladio, iridio y plata, entre otros metales.
- Reducir la generación de desechos electrónicos a través de la compra responsable y el buen mantenimiento.
- Donar o vender los equipos electrónicos que todavía funcionen.
-Donar equipos rotos o viejos a organizaciones como Equidad que los reparan y reutilizan con fines sociales.
- Reciclar los componentes que no puedan repararse. Hay empresas- como Silkers S.A.- que acopian y reciclan estos aparatos sin costo para los dueños de los equipos en desuso.
Publicado por Editor Plaza Pública en Abril 11, 2007 12:20 PM
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