Revista de interés general orientada al conocimiento y al bienestar interior y exterior


viernes, 11 de enero de 2008

Biografias: Moira Millan


Moira Millan, mapuche, de 37 años de edad, madre de cuatro hijos ha sido protagonista de importantes movilizaciones y protestas para defender los derechos indígenas.
Le gusta llamarse a sí misma “guerrera de la tierra”. Es vocera de la Comunidad Mapuche, cofundadora de la organización “11 de Octubre” , organismo de Comunidades Mapuche-Tehuelche e integrante del Frente de Lucha Mapuche y Campesina
Habita la provincia de Chubut en un pueblo de Corcovado llamado Pillan Mahuiza (montaña sagrada)
Viste un kupan (vestido) de intenso color negro, que representa la pureza entre los mapuches, con un solo hombro ceñido que indica que está casada y su tupu (prendedor plateado) también refleja signos de su vida como la maternidad.

Estos son algunos extractos de entrevistas otorgadas por Moira Millan a distintos diarios:
“Mapuche significa "gente de la tierra" y ser mapuche es ser parte, pertenecer a la tierra. Y a partir de ello se desarrolla el pensamiento filosófico de nuestro pueblo, esa relación armónica y comunitaria con la naturaleza. Antes ser mapuche era solo pertenecer a un pueblo, ahora se ha convertido en toda una ideología.”
“Nosotros no podemos vivir sin el río, los árboles, las piedras, las hierbas medicinales. Las cosas que ofrece la sociedad de consumo son prescindibles.”
“Mi mamá falleció en el 2002. Yo estaba coordinando el corte de ruta en contra del remate de la Patagonia y en contra de la minería. Ella se enfermó gravemente y llovía y llovía, pero como era mi mamá, no fueron a buscarla de Defensa Civil. Cuando llegué ya era tarde.”
“Ahora estamos peleando contra seis represas que quieren emplazar en la zona y con las que todo ese lugar –11 mil hectáreas de tierra– quedaría 60 metros bajo el agua. También el cementerio donde está mi mamá quedaría bajo el agua. Nosotros estamos luchando para que eso no suceda.”
“El pueblo mapuche no tiene ninguna represión. Eso viene con la conquista, con el cristianismo. En principio, no existe la imagen de papá-mamá-los nenes, los chicos no son propiedad de los padres, sino que pertenecen a toda la comunidad.”
“El pueblo mapuche ha tenido ancestralmente una relación de género muy igualitaria, con equidad de género. Nunca hubo un rol específico de los hombres que no pudieran cumplir las mujeres. Nosotras podíamos ser sacerdotisas (machis), comandantes o guerreras. Siempre tuvimos voz y voto y fuimos las trasmisoras de la sabiduría con los niños. Cuando llega el judeocristianismo rompe con todo eso e impone el machismo que se ha internalizado en nuestras comunidades, aunque no como un elemento cultural ancestral, sino como resultado de la colonización.”
“La poligamia se practicaba en la comunidad mapuche. Pero también había poliandria: mujeres machis que podían tener más de un marido y no por una cuestión erótica, sino por una complementariedad espiritual.”
“El pueblo mapuche respeta la naturaleza de cada uno; nosotros lo llamamos nehuen. Está el que nació con nehuen de machi, que es como un chamán, quien tiene conocimientos de medicina de filosofía; el nehuen de lonko, que es la autoridad política y espiritual en algunos casos; el que nace con la naturaleza de ser toki o comandante; kona, guerrero; o werken, que es el mensajero. Y lo mismo "las" que nacen; las mujeres nacemos con una diversidad de naturalezas que nos permiten ocupar distintos lugares en la lucha de nuestro pueblo.”

Su lucha

”Nuestra pregunta es ¿a quienes no tenemos título de propiedad se nos desalojará?... Los pueblos originarios nos hemos convertido en refugiados del desarrollo, nuestros territorios están siendo inundados, talados nuestros bosques, contaminados nuestros suelos”. Estos y otros problemas fueron presentados por Moira Millán a una funcionaria de la Secretaría de Acción Social en una entrevista en la que la vocera del pueblo mapuche señala que no recibieron ninguna respuesta positiva.
En el año 2002 junto a los vecinos de Esquel y asociaciones ecologistas Moira Millan participo de un corte de ruta en contra del proyecto de la multinacional canadiense Meridian Gold, que pretendia explotar minas de oro en la Patagonia Argentina amenazando no sólo con la depredación de las riquezas sino también con la contaminación de las aguas por la utilización de cianuro para la explotación. Por este accionar fue procesada al igual que por usurpación de 150 hectáreas de tierras que estaban en posesión de la policía provincial de Corcovado, Chubut.
Presento demandas al gobierno nacional para defender a la comunidad indígena guaraní El Tabacal, que recientemente fue desalojada de sus tierras y también procesados por usurpación (denuncia realizada por el Ingenio San Martín del Tabacal, que está en manos de la multinacional Seabord Corporation)
“Desde siempre, han sido diversas las formas de represión que acompañan como sombra al cuerpo las políticas de saqueo, de devastación de estos territorios, que son reservorios de agua potable, de petróleo y otras riquezas mineras, de biodiversidad, de potencial turístico, y de importancia geoestratégica en las políticas de dominación de las corporaciones trasnacionales” en estas pocas palabras Moira Millán resume la queja milenara de sus comunidad. Hoy no sólo está amenazada por el posible desalojo de sus tierras, sino también por la posibilidad de que le quiten a sus hijos. El padre de los dos hijos mayores –ligado al Partido Justicialista provincial- le ha realizado ya dos juicios (el primero lo perdió), para pedir que se los quiten, debido a que no tendrían condiciones de seguridad, al vivir en territorios “usurpados”. El juzgado, como consecuencia del segundo juicio, le permite convivir con ellos, pero exigiendo una serie de obligaciones, como por ejemplo enviarlos a la escuela, para cuyo traslado es necesario un presupuesto de $ 300 mensuales (del que nadie se hace cargo). El Estado refuerza de esta manera el sometimiento. Nos decía Moira Millán: “Lo que debiera ser un derecho, la educación, se vuelve un nuevo instrumento de opresión. Es la manera de obligarnos a elegir: perder las tierras o perder los hijos. Lo que pedimos es que el Estado se haga cargo del presupuesto que significa el traslado de los niños a la escuela y si no que respeten nuestra autonomía en la manera de educar a los niños en la comunidad”.
La comunidad Pillán Mahuiza denuncia que a comienzos de 2007 se aprobó el Plan Energético Nacional que impulsa todos los proyectos de represas que hay en el país para poder lograr el volumen energético que se necesita. Entre esos proyectos está el sistema de "La Elena", que son seis represas sobre la cuenca del Carrenleufú que va a significar la muerte de ese río. Una de las represas se hará a tan solo tres kilómetros de la comunidad, lo cual implicará la necesidad del traslado de muchas familias. No se han hecho informes del impacto ambiental y social que traerá este megaemprendimiento hidroeléctrico pero se presume que afectará la superficie del bosque húmedo y modificará el clima, ya que el estancamiento de los seis diques provocará lluvias e inundaciones.
La lucha mapuche no se limita a evitar el desalojo de tierras que les son propias por derecho ancestral, sino que tiene una razón ligada a la identidad y a la protección de la naturaleza por encima de todo.
Fuentes:
-www.argentina.indymedia.org/news/2005/10/335924.php
-Miriam Libertad Djeordjian (EcoPortal)
-Claudia Korol
-www.elcalamo.com.ar